Tras años de experimentar y estudiar el impacto de los alimentos que consumimos en el estado físico y emocional, he encontrado claves tanto bioquímicas como mentales que me han conectado con la nutrición como una fuente de equilibrio y bienestar integral.

 

 Y aunque no siempre podamos estar en ese equilibrio, porque la impermanencia hace parte de nuestra naturaleza humana, tener el conocimiento nos permite retomar el camino.

 

Por ello quiero transmitirte el conocimiento que he recopilado a lo largo de estos años, para que pueda servirte para escuchar y entender tu organismo y crear una estrategia personal que permita que el alimento nutra no sólo cuerpo, sino también alma y espíritu, para mantener así, un balance prolongado en el tiempo.